4:35 -
No comments
El deseo
Tenía que
volver a embarcar, los días de descanso tocaban a su fin. Colocó el
marcapáginas en el libro que estaba leyendo y lo dejó sobre la mesita que tenía
al lado. Un deseo le rondaba en la cabeza hacía días pero no conseguía
expresarlo con palabras. La invitó a dar un paseo y, apenas andados cuatro
pasos se sorprendió al oírse decir: “Me gustaría que vinieses conmigo este
viaje, me cuesta tanto separarme de ti. Ya sé que el mar te impone respeto, más aún, conozco tu
thalassofobia, sólo sería esta vez. Más adelante tendremos hijos y necesitarán
tus cuidados “. Con una leve sonrisa y una cálida presión de manos le dijo que
sí.
Habían
pasado cinco años y lo recordaba todo como si fuese ayer: la petición, su
respuesta, los preparativos y…, apenas unas millas mar adentro la galerna. No
supo en qué momento desapareció. La buscó en los cinco continentes. Una noticia
inesperada lo hizo regresar. No quería instalarse en su hogar, pero una fuerza
extraña lo arrastró hasta él. Todo lo allí encerrado le parecía ajeno, ya no
formaba parte de su vida. De repente su mirada tropezó con el libro, lo tomó
con sus manos y lo abrió usando el marcapáginas a modo de palanca. Se quedó
petrificado, ¡estaba allí! Apacible, en su sencilla plenitud, cubierta con su
propia leyenda…
0 comentarios:
Publicar un comentario