11:17 -
No comments
El insomnio
El insomnio
Se despertó sobresaltada creyendo que había dormido muchas horas seguidas,
tal era su certeza que ni siquiera miró el reloj; sin duda llegaría tarde al
trabajo. A toda prisa combinaba su aseo y puesta a punto para salir de casa con
un frugal desayuno. Casi de manera autómata echó una ojeada al reloj, y, cuál
fue su sorpresa al comprobar que
faltaban aún unas cuantas horas para salir de casa. De repente recordó que
tenía pendiente un trabajo literario en cuyo contenido había dos frases
pertenecientes a un afamado escritor. Durante toda la semana se enfrentó en
numerosas ocasiones al mencionado trabajo, pero fue incapaz de escribir una
sola línea. Empezó a sentir impotencia, y esa sensación la conducía al
desánimo. Se preguntaba qué era lo que le impedía crear un relato a partir de
las premisas dadas. ¿Podría ser el hecho de que pertenecieran a un gran
escritor?, ¿tal vez su pertinaz
resistencia a la obediencia sin más?, ¿a caso su incapacidad creadora? ¿Podría
estar la respuesta en un especial bajo estado de ánimo? Fuese lo que fuese, le
producía un gran desasosiego. Su ansiedad iba en aumento mientras la duda crecía.
El insomnio parecía haber llegado para quedarse, y en su transcurrir ella se
preguntaba una y otra vez por qué alguien escribe: “La ropa se seca al sol, y,
Los plátanos se pudren en el traspatio”?
0 comentarios:
Publicar un comentario